A la hora de comer

Si hay un momento gratificante para la gran mayoría de aficionados a los acuarios y a los peces, es el momento de darles de comer. Pero no todo el mundo tiene un acuario lleno exclusivamente de caracoles manzana. Los caracoles manzana tienen poco desarrollado su sentido de la vista, pero si que perciben el olor de los alimentos nada mas ponerselo, no hace falta tocar la campana para que vengan a la mesa.

Le ponemos una "galleta" hecha con una receta especial para ellos y se la mantenemos en el fondo sujeta con una piedra.

Al poco tiempo ya tenemos a los primeros comensales acercándose, los primeros en llegar son los elegantes, uniformados con chaquetas a rayas, pomacea lineata.

Hay que darse prisa para coger un buen sitio en la mesa.

¡Orden, orden, ordeeeen..., hay para todos!, como siempre empazamos a perder las composturas y como siempre los pomacea bridgesii son los últimos en llegar, ¡vaya informalidad!

Aquí cada uno se mete por donde puede o le dejan. ¡Esto no es forma de comportarse!

¡Pero bueno...! ¿Esto que es? ¡Señores, mantengan el orden! ... ni caso. ¡Tonto, el último!

Poco a poco, los que se han hartado se van alejando, dejando sitio a otros que aún no han probado bocado.

Aún queda comida, pero los rezagados darán pronto cuenta de ella.

Al final, para digerir tan suculento banquete ¿que mejor que hacer la siesta todos juntos al borde de la superficie del agua?